La logística inversa, conocida comúnmente bajo el término ‘devolución’, se ha convertido en un factor inherente al nuevo paradigma de consumo.
Las estadísticas lo confirman: las tasas de devolución en España, en el caso del comercio electrónico, alcanzaron el 25% en 2023, una tendencia al alza que exige estrategias logísticas sólidas y adaptables.
El canal físico, por su parte, registra métricas considerablemente inferiores, donde a penas fueron devueltas el 5,6% de las compras.
No obstante, que, de media, prácticamente una de cada cinco transacciones retorne a su origen, demuestra la magnitud de un desafío en el que la intralogística juega un papel crítico.
Y es que, más allá de su rol tradicional dentro del almacén, la intralogística es estratégica en la gestión de devoluciones, ya que abarca un espectro más amplio, desde la recepción y clasificación, hasta el reprocesamiento y la revalorización.
Recepción y clasificación ágil y precisa
En la gestión de devoluciones, la fase de recepción y clasificación es fundamental para garantizar un proceso eficiente y preciso. Mediante la implementación de diversas estrategias, como la automatización inteligente, la organización de zonas especialmente dedicadas y la inspección minuciosa, las empresas pueden mejorar significativamente su capacidad para manejar devoluciones de manera ágil.
En este sentido, la implementación de sistemas automatizados de identificación y clasificación, como lectores de códigos de barras o RFID, permite procesar las devoluciones con mayor rapidez y precisión, reduciendo errores y tiempos de espera. Así mismo, la designación de áreas específicas para la recepción de devoluciones, separadas de las zonas de picking y almacenamiento de productos nuevos, facilita un flujo de materiales organizado y un mejor control del inventario devuelto.
Finalmente, una inspección detallada de cada producto devuelto, evaluando su estado y determinando su destino final – reposición, reparación, revalorización o eliminación -, minimiza las pérdidas y optimiza el uso de recursos.
Herramientas clave para la logística inversa
En el contexto de la recepción y clasificación dentro de la logística inversa, contar con herramientas tecnológicas avanzadas es fundamental para garantizar una gestión eficiente y efectiva de las devoluciones.
En este sentido, la implementación de un Sistema de Gestión de Almacenes (SGA) integrado y robusto desempeña un papel clave. Este sistema permite un seguimiento detallado del stock de productos devueltos, incluyendo su ubicación, estado e historial.
Al integrarse con el sistema de gestión de devoluciones, proporciona una visión holística de todo el proceso, desde la recepción hasta la revalorización. Esta integración facilita la toma de decisiones informadas y la optimización, lo que a su vez contribuye a una gestión más eficiente y rentable.
Por otro lado, la incorporación de tecnologías como el IoT y los sensores ofrece una ventaja adicional en la gestión de devoluciones al proporcionar visibilidad en tiempo real del estado de los productos devueltos.
Estos dispositivos permiten monitorizar variables como la temperatura, humedad y nivel de inventario, lo que posibilita una detección temprana de posibles problemas y la toma de decisiones proactivas. Esta visibilidad en tiempo real no solo facilita la prevención de daños o pérdidas, sino que también mejora la eficiencia operativa al optimizar los flujos de trabajo y reducir los tiempos de respuesta ante situaciones imprevistas.
Reprocesamiento y revalorización estratégicos
Cuando se trata de gestionar devoluciones, el reprocesamiento y la revalorización de los productos devueltos juegan un papel crucial en la optimización de recursos y la reducción de costes.
La clave para maximizar el valor de los productos devueltos en buen estado radica en la implementación de métodos eficientes de reparación y reacondicionamiento. Al poner en marcha técnicas y tecnologías que agilicen estos procesos, que pueden llegar a darse en el interior de los propios almacenes, las empresas pueden reintroducir rápidamente los productos en el stock de productos nuevos. Esto no solo reduce los costes asociados con la reposición de inventario, sino que también disminuye el impacto ambiental al extender la vida útil de los productos.
Cuando los artículos devueltos no pueden ser reincorporados al stock principal, es crucial explorar y aprovechar canales de venta alternativos. Estos pueden incluir outlets, subastas en línea o a mayoristas. Al diversificar los canales de venta, las empresas tienen la oportunidad de recuperar parte del valor original de la mercancía y reducir las pérdidas económicas asociadas con las devoluciones.
Por último, pero no menos importante, la gestión sostenible de residuos es esencial para minimizar el impacto ambiental de las devoluciones. Implementar prácticas como el reciclaje o la reutilización de materiales en los productos devueltos que no pueden ser revalorizados contribuye significativamente a la reducción de desechos y a la alineación de la empresa con los principios de la economía circular. Además de reducir el impacto ambiental, estas prácticas también pueden mejorar la imagen de la marca ante los consumidores cada vez más preocupados por la sostenibilidad.
Un enfoque integral y proactivo
Como demuestran cada una de las fases anteriormente mencionadas, detrás de la decisión de cada cliente de devolver un producto se esconden múltiples mecanismos encargados de su retorno al punto de origen.
En este sentido, como queda reflejado, la intralogística no se limita a la gestión interna del almacén; su rol en la gestión de devoluciones abarca la cadena de suministro completa, desde la recepción hasta la revalorización.
Al adoptar un enfoque integral y proactivo, las empresas pueden transformar las devoluciones en una oportunidad para optimizar la eficiencia, reducir costes, mejorar la satisfacción del cliente y contribuir a un futuro más sostenible.
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